sábado, 2 de marzo de 2013

We go for Tapas II: Patatas Bravas


In this second article I want to talk about one of the most popular tapas the Mediterranean side of the Spanish coast, I speak about the famous Patatas Bravas or as they are called in some places ... "Papas Bravas".

This typical and tasty lid are dangers though, I mean, this is a top that can either have a delicious flavor and soft, or... be extremely spicy. Be advised that if you choose this in a restaurant or Spanish bar, first ask the waiter if the sauce is very spicy. Not surprisingly his adjective "brave" isn´t freely given. Just in case be sure you to have a good amount of cold drink ready that go in your aid like a firefighter if you appreciate the feeling that you palate is blowning away.

On one occasion I met the owner of a restaurant that was sure that his tomato sauce are the spicest patatas bravas on the face of the earth. That guy bets that his business would be given to anyone who was able to take, in one only drink, an entire glass plenty of his explosive condiment. The truth is that I don´t know if someone did try, but what I know is that still owns the restaurant.

Nos vamos de Tapas II: Patatas Bravas

En este segundo artículo quiero hablaros de una de las tapas más conocidas de la vertiente mediterránea del litoral español, os hablare de las Patatas Bravas o como se llaman en algunos lugares... "Papas Bravas".

Se trata de una típica y sabrosa tapa que no obstante entraña cierto peligro, me explico; se trata de una tapa que puede, o bien tener un sabor delicioso y suave, o resultar extremadamente picante. Os aconsejo que si en alguna ocasión la pedís en un restaurante o bar español, primero preguntéis al camarero si la salsa es muy picante. No en vano el adjetivos "bravas" no le hes dado gratuitamente. Por si acaso os aconsejo tener una buena cantidad de bebida fría preparada para que acuda en vuestro auxilio cual bombero si llegáis a apreciar la sensación de que el paladar os estalla.

En cierta ocasión conocí al dueño de un restaurante que se jactaba de poseer la salsa de tomate para patatas bravas más picante sobre la faz de la tierra. Tal era así que llegó a apostar que regalaría su negocio a cualquiera que fuese capaz de tomar de un trago un vaso relleno del explosivo condimento. La verdad es que no se si alguien llegó a intentarlo, pero lo que sí se es que sigue siendo propietario del restaurante.